Recapturan a Ovidio Guzmán
En el operativo federal se desplegó a 800 militares para atrapar al hijo del "Chapo".
Tres días antes de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, llegue a México, el Gobierno federal capturó ayer a Ovidio Guzmán López, uno de los líderes del Cártel de Sinaloa.
Sin embargo, aunque el capo es solicitado por Estados Unidos en extradición, el canciller Marcelo Ebrard dijo que no será enviado en un proceso “fast track”.
En un operativo que desplegó a 800 militares, la Guardia Nacional detuvo la madrugada de ayer, en la sindicatura de Jesús María, en Culiacán, a Guzmán, requerido por las autoridades estadounidenses desde el 2008 y cuya búsqueda fue reactivada en el 2021, cuando el Gobierno de Biden ofreció una recompensa de 5 millones de dólares por datos para su captura.
Reacción violenta
Guzmán ya había sido detenido en octubre del 2019, pero fue liberado de inmediato por orden de AMLO con el argumento de que debía evitar una reacción violenta que afectara a la población civil.
Ovidio fue ingresado la tarde de ayer al Penal del Altiplano en el Estado de México, el mismo del que escapó su padre, Joaquín “El Chapo" Guzmán, hace siete años.
Junto con sus hermanos Iván Archivaldo y Jesús Alfredo, Ovidio es considerado un objetivo fundamental para la justicia estadounidense, pues el Cártel de Sinaloa que encabezan es considerado uno de los principales introductores de fentanilo a aquel país y cuyo consumo ha causado más de 100 mil muertes anuales por sobredosis en estadounidenses.
Ovidio enfrenta una orden de detención provisional con fines de extradición girada el 6 de julio del 2018 por la Corte Federal del Distrito de Columbia, en Washington, por tráfico de cocaína, metanfetamina y mariguana.
No obstante, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, dijo que el proceso de extradición contra Ovidio Guzmán no será en una operación en “fast track” y advirtió que tiene cuentas pendientes con la justicia mexicana.
El titular de Sedena, General Luis Cresencio Sandoval, informó que Guzmán fue detenido en la revisión de un convoy de camionetas blindadas en Jesús María, lo que desató una respuesta de delincuentes.
Según su reporte, los efectivos oficiales respondieron a la agresión.
En el enfrentamiento fueron utilizados helicópteros artillados del Ejército que dispararon en la zona de la captura.
Tras la detención se desató una ola de narcoterror, con bloqueos de carreteras en Culiacán, Mazatlán, Los Mochis, Badiraguato y otros municipios sinaloenses.
La actividad productiva, educativa y gubernamental fue suspendida. Hubo saqueos a comercios e incendio de camiones.
El ataque más grave se produjo en el aeropuerto de Culiacán con disparos sobre aviones civiles y militares.
El saldo preliminar del operativo fue de un oficial de la Guardia Nacional muerto y 25 agentes federales y estatales heridos en las primeras refriegas.
Después, un coronel del Ejército murió en un enfrentamiento en Escuinapa, al sur de la entidad.