Profeco retirará esta cerveza del mercado por no cumplir con la norma
La Procuraduría Federal del Consumidor evaluó 19 productos, de los cuales 12 fueron clasificados como cervezas cero alcohol, sin embargo, una de estas bebidas no cumplió con los requisitos legales.
La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) ha llevado a cabo un análisis reciente de cervezas sin alcohol, revelando que algunas no cumplen con las normativas establecidas por la legislación mexicana.
Como resultado, estas bebidas tendrán que ser retiradas del mercado nacional. Este estudio de calidad, que se publicará en la Revista del Consumidor de septiembre, fue adelantado por David Aguilar Romero, titular de la Profeco.
Durante el análisis, se evaluaron 19 productos, de los cuales 12 fueron clasificados como cervezas cero alcohol, sin embargo, una de estas bebidas no cumplió con los requisitos legales: la marca Mahou 0,0 tostada, importada desde España.
Aguilar Romero explicó que la Mahou 0,0 tostada no puede ser considerada como cerveza, ya que no alcanza el 2 por ciento mínimo de alcohol necesario para ser clasificada como tal. Hasta ahora, se han retirado dos lotes del mercado, y la Profeco está en contacto con el proveedor para reetiquetar las botellas, que se presentan en envases de vidrio.
Además de revisar el contenido alcohólico, la Profeco también evaluó otros aspectos en su estudio, como la información comercial, contenido neto, sodio, componentes volátiles, azúcares, tipo de azúcares y contenido energético.
En este proceso, se detectó que cuatro cervezas sin alcohol o light tienen altos niveles de azúcar, lo que, aunque no es ilegal, debería ser claramente informado en las etiquetas para que los consumidores estén conscientes de los posibles riesgos de aumento de peso.
Las cervezas con mayor contenido de azúcar por cada 100 mililitros son:
- Erdinger Weissbier: 3.56 gramos.
- Mahou 0,0 tostada: 3.19 gramos.
- Tecate Cero: 2.84 gramos.
- Old Milwaukee (bebida no alcohólica de malta): 2.55 gramos.
Este análisis subraya la importancia de que los consumidores lean y comprendan las etiquetas de los productos que compran, especialmente en el caso de bebidas que, aunque bajas en alcohol, pueden tener otros componentes que afectan la salud.