Rito de la imposición de ceniza por un laico: Miércoles de Ceniza

Rito de imposición de ceniza por un laico.

MIERCOLES DE CENIZA

Persignarse

El anfitrión se persigna junto con toda su familia.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

Saludo

El anfitrión saluda a su familia con la siguiente invocación.

V. Nuestro auxilio es el nombre del Señor

R. Que hizo el cielo y la tierra.

Lección

El anfitrión u otro de los presentes, puede hacer una lección que introduzca la celebración. He aquí un ejemplo:

«Conviértanse y crean en el Evangelio», ésa es la invitación que Jesús nos hace hoy a través de la Iglesia.

Que al ponernos la ceniza renovemos nuestra búsqueda incesante del amor de Dios.

Oración

El anfitrión invita a orar, y todos harán silencio por breves momentos. Luego hace la siguiente oración.

Padre bueno,

Concédenos poder inaugurar con este ayuno santo la vigilancia propia

de nuestro combate cristiano, para que el vigor que comunica

a nuestro ser la austeridad de la Cuaresma afirme nuestra fortaleza

en la lucha cotidiana contra el mal y en el progreso de la virtud.

Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

CELEBRACIÓN DE LA PALABRA DE DIOS

El anfitrión o, preferiblemente, otro integrante de la familia que se encuentre presente proclama la lectura, la cual se puede tomar o de Antiguo Testamento o de Evangelio, según sea la disposición de tiempo.

Del libro del profeta Joel 2, 12-18

Dice el Señor todopoderoso: Convertíos a mí de todo corazón: con ayuno, con llanto, con luto. Rasgad los corazones no las vestiduras: Convertíos al Señor Dios vuestro; porque es compasivo y misericordioso, lento a la cólera, rico en piedad, y se arrepiente de las amenazas. Quizá se convierta y se arrepienta y nos deje todavía la bendición, la ofrenda, la libación del Señor nuestro Dios.

Tocad la trompeta en Sión, proclamad el ayuno, convocad la reunión; congregad al pueblo, santificad la asamblea, reunid a los ancianos, congregad a muchachos y niños de pecho. Salga el esposo de la alcoba; la esposa del tálamo. Entre el atrio y el altar lloren los sacerdotes, ministros del Señor, diciendo: «Perdona, Señor, perdona a tu pueblo, no entregues tu heredad al oprobio; no la dominen los gentiles, no se diga entre las naciones: «¿Dónde está su Dios?» Que el Señor sienta celo por su tierra y perdone a su pueblo.

Palabra de Dios.

O bien

Lectura del santo Evangelio según san Mateo 6, 1-6. 16-18

Jesús dijo a sus discípulos:

Tengan cuidado de no practicar su justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos: de lo contrario, no recibirán ninguna recompensa del Padre que está en el cielo. Por lo tanto, cuando des limosna, no lo vayas pregonando delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser honrados por los hombres. Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa.

Cuando tú des limosna, que tu mano izquierda ignore lo que hace la derecha, para que tu limosna quede en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.

Cuando ustedes oren, no hagan como los hipócritas: a ellos les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos. Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa.

Tú, en cambio, cuando ores, retírate a tu habitación, cierra la puerta y ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.

Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como hacen los hipócritas, que desfiguran su rostro para que se note que ayunan. Les aseguro que, con eso, ya han recibido su recompensa.

Tú, en cambio, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro, para que tu ayuno no sea conocido por los hombres, sino por tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.

Palabra del Señor.

Reflexión

El jefe de familia puede ahora dirigir unas palabras a los miembros del hogar. Estas palabras van en consonancia con el Evangelio escuchado, o con los propósitos familiares para esta Cuaresma.

IMPOSICIÓN DE LA CENIZA

El anfitrión y, si es el caso, otros laicos, impone(n) la ceniza a los presentes diciendo a cada uno:

Conviértete y cree en el Evangelio.

O bien:

Acuérdate que polvo eres y en polvo te convertirás.

Padrenuestro

A continuación, el anfitrión, exhorta a los miembros de su hogar con estas u otras palabras.

Con el gozo de sabernos hijos de Dios, acudamos a nuestro Padre diciendo: Padre nuestro que estás en el cielo…

Oración

El anfitrión invita a orar, y todos harán silencio por breves momentos. Luego hace la siguiente oración.

Dios, que conviertes a ti los corazones de los creyentes, escucha nuestras súplicas:

Concédenos abandonar los senderos del error para seguir a Cristo tu Hijo,

por el camino que conduce a la vida;

para que fieles a las promesas del bautismo, vivamos coherentemente con nuestra fe, testimoniando con valor la verdad de tu Palabra.

Por Cristo nuestro Señor, tu Hijo que vive y Reina por los siglos de los siglos. Amén.

ENVÍO: Bendición

El anfitrión, pide la bendición de Dios sobre su familia. Se termina con:

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén