Trump investiga a 60 universidades por presunto antisemitismo
La medida ha generado críticas y confusión en el ámbito académico, ya que algunas instituciones ya habían resuelto quejas previas o nunca habían sido investigadas.
La administración de Donald Trump ha iniciado una investigación contra 60 universidades y colegios en Estados Unidos por presuntas actividades antisemitas, una medida que ha generado confusión y rechazo en el ámbito académico. La lista incluye instituciones que ya habían resuelto quejas previas o que nunca habían sido objeto de denuncias, lo que ha llevado a cuestionar los criterios utilizados para la selección.
Entre las instituciones investigadas se encuentra Muhlenberg College, una pequeña universidad de artes liberales en Pensilvania que ya había resuelto un caso de antisemitismo al despedir a un profesor titular acusado de discriminar a estudiantes judíos. Todd Lineburger, portavoz de la universidad, expresó su sorpresa:
"Hasta donde sabemos, Muhlenberg no está en la lista del Departamento de Educación de instituciones con investigaciones abiertas. No hemos recibido más información y continuamos trabajando para cumplir plenamente con todas las leyes y regulaciones."
El 10 de marzo, el Departamento de Educación de Estados Unidos, encabezado por la jefa de derechos civiles interina Craig Trainor, envió cartas a 60 instituciones advirtiendo sobre la posible pérdida de fondos federales si no abordaban adecuadamente los incidentes de antisemitismo. Las investigaciones se originaron tras los ataques de Hamas a Israel el 7 de octubre de 2023, que provocaron protestas pro-palestinas en varios campus universitarios.
Sin embargo, casi un tercio de las universidades incluidas ya habían resuelto quejas previas o no tenían registros de denuncias recientes. Entre ellas se encuentran American University en Washington y Drexel University en Filadelfia.
El análisis de Reuters también encontró que siete universidades en la lista del Departamento de Educación obtuvieron calificaciones favorables en el Campus Antisemitism Report Card de la Liga Antidifamación (ADL), mientras que siete universidades con calificaciones reprobatorias quedaron fuera de la lista.
Lynn Pasquerella, presidenta de la Asociación Americana de Colegios y Universidades, manifestó su preocupación por la falta de claridad:
"Los líderes universitarios están angustiados porque no saben la naturaleza ni el alcance de las acusaciones contra ellos."
La medida también ha sido vista como una maniobra política de la administración Trump, que ha calificado a algunas universidades como "infestadas de radicalismo". Erin Beiner, directora del ala estudiantil de J Street, una organización judía liberal, comentó:
"Estamos presenciando un ataque a la educación superior bajo el pretexto de combatir el antisemitismo, pero no protegerá realmente a los estudiantes judíos."
Si se comprueba que las instituciones permitieron actos de antisemitismo, podrían perder miles de millones de dólares en subvenciones y contratos federales. Algunas universidades han manifestado su intención de cooperar para evitar el impacto financiero, mientras que otras, como Santa Monica College, han cuestionado la legalidad de las amenazas.
Además, el Departamento de Educación recientemente cerró siete de las 12 oficinas regionales de la Oficina de Derechos Civiles (OCR), lo que pone en duda su capacidad para llevar a cabo investigaciones exhaustivas.