"No queremos otra cosa más que paz": Netzaj Mendoza
Netzaj Mendoza narra cómo han sido las últimas horas en Israel desde el ataque de Hamas el sábado, el cual, considera, es uno de los más terribles desde la Guerra de los Seis Días.
“Estábamos en lo que es shabat, es un reposo en el que no usamos electrónicos, nada de teléfonos, nada de televisión… En la mañana mucho antes de salir de la sinagoga para ir a casa de alguien más, una de mis hijas me dice: ‘mamá estoy escuchando como que están atacando’, pero se nos hizo raro porque antes del ataque se escucha primero una sirena donde nos da tiempo para correr”, narró en entrevista exclusiva para EXPRESO, Netzaj Mendoza, quien no se imaginó que la historia entre Israel y Palestina escribiría un nuevo capítulo, en esta ocasión, uno de los más terribles desde la Guerra de los Seis Días, consideró.
Netzaj Mendoza es originaria de Hermosillo, Sonora y tiene seis años viviendo en Jerusalén, la capital de Israel, al igual que sus hijas y su esposo; practican el judaísmo y han vivido bajo los valores que enseña la Torá, los cuales fomentan el amor propio con el cuidado tanto físico, psicológico y, claro: el espiritual. También la Torá les enseña valores de amar al prójimo, independientemente de su lugar de origen y religión.
Comienza el terror
Netzaj, al igual que miles de personas, atraviesan por momentos muy crudos desde el sábado que estalló el ataque de palestinos en Israel, así como en diversas ciudades, que, de acuerdo a la información recabada por la sonorense, acumulaban 700 personas muertas y más de 2 mil 200 más heridas.
“Exactamente a las 11: 32, que es cuando nos sentamos a comer en familia, esta vez iba a ser en casa y sobre todo por lo que estábamos escuchando, no podíamos prender celulares, no queríamos, pudimos haberlo hecho si hubiera sido una emergencia real, pero ya sabemos qué hacer cuando hay este tipo de cosas. Lo que hicimos fue alejarnos de la mesa, de las ventanas, esperar a que terminara la sirena, esperar un tiempo que son como 10 minutos y luego nos volvimos a sentar. Justo cuando nos volvimos a sentar se empezó a escuchar la sirena”, relató la mujer.
A partir de ahí, los sonidos ya conocidos por los israelíes comenzaron nuevamente a sonar: se trataba de la cúpula de hierro, un instrumento de la milicia, que detecta los misiles en el aire y luego los combate, es conocido el ruido porque los proyectiles explotan en el aire.
Esta vez fue diferente
Para Netzaj Mendoza, lo ocurrido en Israel es algo extraordinario que no puede entenderse, ya que previamente había fructificado un tratado de paz entre israelíes y palestinos, incluso, lo consideró de mayor gravedad que lo ocurrido en la Guerra de los Seis Días durante los años 70.
“Esta ocasión fue diferente, fue horrible; no supimos hasta que se acabó shabat que prendimos los teléfonos, que vimos las noticias de aquí de Israel y nos dimos cuenta que desde Palestina, no precisamente los palestinos aunque que sí había palestinos, sino el grupo de terrorismo más fuerte, más temible que es Hamas, rompieron la baya y entraron en motocicletas, en paracaídas, en autos, y atacaron a todas las personas que tenían cerca y entraron a muchas ciudades y mataron a muchas personas, llevaron a muchos rehenes”, señaló con preocupación.
Netzaj Mendoza explicó que al cabo de las horas, los videos de las atrocidades perpetradas por el grupo terrorista se visibilizaron en redes sociales de la propia organización, donde ancianos, mujeres, hombres, soldados mujeres, entre otros, fueron víctimas.
“Pero en estos momentos fue una sorpresa muy cobarde, entraron y a masacrar sabiendo que son dos fiestas importantes que se cruzan con shabat, que es donde se levanta la Torá en alto, hay fiesta, hay alegría, ellos lo que querían no sólo era robar las vidas de todas las personas que secuestraron, sino la alegría porque son momentos muy especiales donde le damos gracias al creador del universo por su palabra que nos la entregó, así es como lo estamos viviendo”, resaltó la mujer sonorense.
Calles desiertas igual a temor
Hasta el domingo por la noche en Sonora (lunes por la mañana en Israel), las calles de la ciudad se mantenían desiertas debido a los protocolos que mantienen los ciudadanos y autoridades de Israel, señaló Netzaj.
“Ahorita, por ejemplo, se escuchan explosiones, hay ataques; ahorita Israel ya está respondiendo, ya está defendiéndose y eso es muy importante que se diga: Israel se defiende, incluso ayuda a los heridos que no son de los nuestros, por decirlo así”, apuntó.
De acuerdo a la hermosillense, las autoridades informaron que cortaron el suministro de energía eléctrica en la franja de Gaza, ya que Israel les brindaba el servicio, mientras que los civiles han estado firmes en la oración para pedir a su creador del universo que detenga la guerra.
“Nos mantenemos con fe, elevando plegarias en grupos de WhatsApp buscando apoyar a las personas que tienen familiares secuestrados, gestionando ayuda de todo tipo, hospedando a los que están atrapados en alguna ciudad que no es la suya. Veo mucha unidad, más que siempre. Se podría decir que nosotros somos resilientes, cuando han habido otros ataques, no como estos, al día siguiente vamos a trabajar, como una parte de nuestra vida, sin embargo, está muy fuerte porque, que entren personas de este tipo, que son terroristas, no puede estar ninguna persona segura en ningún lugar de la calle, ni en su casa”, describió.
‘No queremos guerra’
A pesar de que en Israel los conflictos con Palestina han sido una constante, Netzaj dice que los civiles están preparados para apoyar siempre lo que dice la Torá, ya que promueve la paz antes que todo.
“Nosotros no queremos guerra, no queremos quitar nada, se les ha ofrecido todo, pero es difícil, pero muchos de ellos no tienen escuela, están siendo utilizados, ¿qué te puedo decir?, hablar mal del enemigo tampoco es ético, pero son verdades y es lo que estamos viendo. Esperamos que se estabilice, confiamos para después seguir nuestra vida como cualquier otra persona. Yo sigo creyendo, sé la historia de ellos pero yo quiero estar en Shalom (Paz)”, manifestó con seriedad.
Aún con el panorama violento que tomó por sorpresa a Israel, Netzaj Mendoza acepta que no hay un temor a morir, pero tampoco un deseo por perder la vida, sin embargo, consideró que es difícil ver a una persona perder la vida a pesar de no conocerlo.
“Es una respuesta muy personal: ayer mientras sonaba una de las sirenas, yo puse mis manos en mis ojos, hay una oración que dice ‘escucha a Israel, el adorador del universo, que es uno’ pero lo decimos en hebreo y una de mis hijas dice ‘mamá crees que te vas a morir por eso hiciste esa oración cuando alguien va a morir’... Hay un tiempo para morir y para vivir, no es que estemos esperando esto o lo otro, simplemente incluso pedimos salud y vida. Pero hay un tiempo para cada persona y si alguien fallece es un duelo duro, aunque no lo conozcas”, puntualizó.