La verdad detrás del rumor sobre migrantes que comen mascotas en EU

Los rumores sin fundamentos esparcidos por Donald Trump acerca de migrantes haitianos en la comunidad de Springfield, Ohio, son consecuencia de falsas noticias que han circulados en medios conservadores en los últimos años.

Durante el reciente debate presidencial entre Donald Trump y Kamala Harris, el exmandatario republicano hizo una afirmación que causó controversia: aseguró que migrantes haitianos en Springfield, Ohio, están secuestrando y comiendo mascotas, como perros y gatos.

Este comentario fue desmentido rápidamente por los moderadores y las autoridades locales, pero el rumor ya se había propagado ampliamente en redes sociales y en ciertos círculos conservadores.

¿Cómo surgió el rumor?

El origen de esta desinformación fue rastreado por medios como 'The Washington Post', que señalaron que todo comenzó con un trágico accidente ocurrido en Springfield.

En 2022, un niño de 11 años, Aiden Clark, murió tras ser atropellado por un inmigrante haitiano que conducía sin licencia. Este incidente desencadenó tensiones en la comunidad local, donde algunos residentes comenzaron a expresar abiertamente sus quejas contra la creciente población de inmigrantes haitianos en la zona.

El rumor sobre migrantes comiendo mascotas cobró fuerza en redes sociales poco después, cuando en un grupo privado de Facebook, llamado 'Springfield Ohio Crime and Information', alguien publicó una historia no verificada.

En la publicación, un usuario anónimo afirmaba que el gato de la hija de un amigo había sido colgado y trinchado en una casa habitada por inmigrantes haitianos. Además, la misma persona alegaba que los migrantes habían estado matando patos y gansos en Snyder Park. Esta publicación fue compartida y amplificada en redes como X (antes Twitter), lo que hizo que la noticia falsa se viralizara.

La difusión del rumor en redes y medios conservadores

Cuentas conservadoras, como la de 'End Wokeness' en X, también contribuyeron a propagar el rumor, afirmando sin pruebas que la población de Springfield había crecido por la llegada de 20 mil migrantes haitianos, y que, como consecuencia, las mascotas y aves acuáticas de la ciudad habían comenzado a desaparecer.

El rumor fue alimentado por videos y noticias falsas que no estaban relacionadas con Springfield. Un video, ampliamente compartido en redes, mostraba a una mujer negra arrestada por matar y comer un gato, lo que muchos usuarios vinculaban falsamente a los migrantes haitianos en Ohio.

Sin embargo, el incidente en el video ocurrió en Canton, Ohio, y la mujer no tenía ninguna conexión con Haití o con ningún país extranjero, según confirmó el departamento de policía de Canton.

Desmentidos oficiales y rechazo de Haití

Tanto la policía de Springfield como el alcalde de la ciudad han negado que haya informes creíbles sobre migrantes involucrados en el maltrato de mascotas o animales en la zona. En un comunicado, la policía de Springfield aclaró que "no ha habido informes creíbles o afirmaciones específicas de que personas dentro de la comunidad de inmigrantes hayan dañado, herido o abusado de mascotas".

Además, el gobierno de Haití, a través de su Ministerio de los Haitianos Residentes en el Extranjero (MHVE), emitió un comunicado rechazando firmemente estas acusaciones. El comunicado destacó que estas afirmaciones no solo son falsas, sino que también representan una amenaza para la seguridad y dignidad de los migrantes haitianos.

La importancia de desmantelar la desinformación

Expertos y activistas han advertido sobre los peligros de la propagación de este tipo de desinformación. Kathleen Belew, historiadora de los movimientos supremacistas blancos en Estados Unidos, alertó en redes sociales que estas campañas de demonización pueden desencadenar violencia.

"Las afirmaciones desmentidas de que los refugiados se están comiendo a los gatos no son sólo tonterías. Son el comienzo de una ola de violencia", expresó Belew.

A pesar de los desmentidos oficiales, la afirmación de Trump ha continuado alimentando tensiones en la comunidad y entre los votantes. La mentira ha sido utilizada como un recurso político para avivar temores sobre la inmigración, desvirtuando la realidad y poniendo en peligro a comunidades vulnerables.

CON INFORMACIÓN DE EL UNIVERSAL