Trabajadores le temen más al despido que a la muerte, revela encuesta
Los empleados del sector educativo y los trabajadores manuales mostraron el mayor miedo a la pérdida de empleo de todos los grupos demográficos.
Si finalizar un empleo fuera el equivalente a un estado civil en Facebook, este sería 'Es complicado', explica Pablo Gugel, experto en reclutamiento en Zety, plataforma de profesiones en internet.
"Ya sea en la vida privada o profesional, las rupturas nunca son fáciles", afirma.
Si bien enfrentar la incertidumbre y las presiones financieras que vienen con la pérdida de un trabajo nunca es fácil, afirma, puede servir como una oportunidad de crecimiento y nuevos comienzos.
En Zety encuestaron a mil empleados para examinar este proceso, con algunos hallazgos interesantes. Entre ellos, 54 por ciento afirma que un despido les asusta más que la muerte.
Respecto a ese miedo a ser despedido, casi seis de cada 10 (58 por ciento) empleados confesaron tener ese temor.
Los empleados del sector educativo (80 por ciento) y los trabajadores manuales (73 por ciento) mostraron el mayor miedo a la pérdida de empleo de todos los grupos demográficos.
La encuesta también mostró que, por el contrario, los participantes que se describieron a sí mismos como un híbrido de trabajadores de oficina y de trabajo manual (42 por ciento), así como los empleados de la industria empresarial y financiera (48 por ciento) resultaron ser los menos temerosos a ser despedidos.
El 65 por ciento de los encuestados admitió que su miedo a perder el trabajo es mayor que su miedo a una enfermedad o a tener mala salud.
"Curiosamente, los participantes con experiencia laboral de más de 11 años tendían a ser más resistentes al miedo relacionado con la pérdida de empleo que otros. Un 42% completo declaró que ser despedido no les asustaba más que la muerte", destaca Gugel.
En cuanto a las emociones asociadas con la pérdida del trabajo, 64 por ciento cree que los haría sentir inútiles, el 62 por ciento solos y el 60 por ciento estúpidos.
Entre otros resultados del sondeo, 75 por ciento siente vergüenza de ser despedido, y uno de cada tres lo ha ocultado a su familia.
Sin embargo, 64 por ciento afirma que, a la larga, el despido ha resultado beneficioso para su carrera.
Además, llegar al trabajo bajo los efectos de las drogas o el alcohol, la falta de profesionalismo y las malas habilidades de trabajo en equipo se consideran las principales buenas razones para despedir a un empleado.