¿Cómo abordar la desaparición de un familiar?

La tanatología humanista es una disciplina que aborda el duelo y relaciones significativas.

Para atravesar el duelo por desapariciones de seres queridos, la tanatología humanista es una herramienta efectiva, que se fortalece al contar con una red de apoyo.

La tanatología es un apoyo a la salud emocional enfocada en los procesos de duelo: existe la versión clínica, que se enfoca exclusivamente en la muerte, y la humanista, donde manejan todo tipo de duelos, tales como el duelo por separación, vejez, retiro, desapariciones, entre otros. Esta última es en la que se enfoca Eliza Cavazos dentro de la asociación Tanatología y Terapias Alternativas de Sonora.

"Dentro de un proceso de acompañamiento por desaparición, independientemente sean hijo, pareja, (entre otros tipos de vínculos), siempre va a haber un momento de contención. El tanatólogo entra como contención", explicó Cavazos en el noticiero Expreso 24/7, con Marcelo Beyliss y Leia Sandoval.

La contención se refiere al momento en el que la persona que se encuentra en estado de shock expresa sus emociones y sentimientos, y busca definir la situación que vive en el momento de duelo; el tanatólogo es la persona que ejerce una escucha continua, activa y libre de juicios.

A partir de ahí, buscan los recursos para trabajar a futuro, ya que a pesar de que puede lograrse una aparente respuesta positiva por parte de la persona, "siempre va a haber una continuidad de trabajo, porque ya la vida no va a ser igual".

"Hubo un shock, se rompe, se corta esa etapa de vida y viene una nueva vida", ilustró la tanatóloga.

Un largo proceso

El duelo es un proceso largo por la aceptación, la cual requiere generar recursos emocionales nuevos para integrar la información que se presenta en la actualidad y enfrentar la nueva realidad que se vive a partir del punto de quiebre.

"Dentro de esos recursos que estamos pudiendo potenciar es: ¿Qué es lo bueno que te deja la persona? ¿Qué es lo que has podido vivir? Y ¿qué capturas y recuperas para poder generar un nuevo comienzo?", argumentó.

La duración del proceso también depende del vínculo que la persona que sufre el duelo sostenía con el desaparecido. "Con las madres es mucho más elaborado y complicado, porque es esa unión, es el tiempo, es la parte de la biología que se compartió, lo que se espera de ese hijo, las esperanzas", consideró Cavazos con base en su experiencia de apoyo a individuos que atraviesan diversos escenarios.

Duelo reflejado en el cuerpo

Un aspecto fundamental es la red de apoyo, la cual ayuda a fortalecerse; sin embargo, al iniciar, el duelo no se trabaja de manera integral con las familias, ya que es necesario determinar la relación específica que tenía cada integrante con la persona, y definir quiénes poseen más fortalezas y quiénes requieren un poco más de ayuda para nivelar el panorama y construir una conjunción de entendimiento de lo que se vive conjuntamente.

"La fortaleza es efímera", observó. "Podemos decir 'yo soy muy fuerte y no pasa nada', pero después, biológicamente se presentan situaciones físicas, alteraciones crónicas, como alta presión, resistencia a la insulina, dolores de cabeza, falta de alimentación, insomnio y el cuerpo te está diciendo que hay algo que no está bien".

El cuerpo expresa lo que las personas guardan para sí mismas, y lo manifiestan también con trastornos alimentarios, privándose de dormir, experimentando una constante ansiedad, por lo que Eliza explica la necesidad de trabajar desde ese punto, con apoyo de psicólogos y psiquiatras.

Enfoque psicosocial

En su caso, la tanatóloga explica que los pacientes llegan a ella luego de pasar por terapeutas y médicos psiquiatras, mientras otros llegan por recomendación de personas que ya han afrontado procesos con ella.

"Casi la mayoría de las personas llegan conmigo por recomendación de alguien que ya ha llevado un proceso, que ha podido llevar con éxito el entender, integrar, sentirse sostenido, sabiendo que va a haber fechas significativas donde puede haber pequeñas recaídas y que tienen las puertas abiertas para mandar un mensaje y recibir acompañamiento continuo, o dirigidos por una persona que también colaboró con ellas: una psicóloga cognitivo-conductual, que es lo fundamental, y esa psiquiatra", explicó. "Cuando me los dirigen, vamos llevando todo un proceso siempre muy interdisciplinario".

El enfoque psicosocial resulta importante porque motiva la reflexión sobre los cambios que se experimentan, y también es fundamental llevar el proceso sin juicios.

"No te enjuicies, no juicios, vamos a verlo tal y como es, pero también con mucha responsabilidad", aconsejó.

Recaídas para sanar

Subrayó que los procesos no son lineales y recaer no significa sufrir un retroceso, "simplemente estás siendo consciente de que hay algo que trabajar y esa es tu responsabilidad; no pasa nada. Todo está bien, por algo regresaste. ¿Qué no resolviste? ¿Qué no has visto?"

Generar recursos positivos para el duelista es la parte del humanismo en la tanatología, que le enseña a entender la validez de tener saltos y regresar en el proceso para encontrar los pendientes por resolver y avanzar.

Eliza Cavazos invita a quienes pasan por un duelo a acercarse a personas que pueden brindarles acompañamiento, a encontrar un lugar seguro y libre de juicios y se den la oportunidad de sanar.

"Ir a terapia no significa que estás mal, significa que quieres estar mejor", finalizó.