¿Cómo identificar a niños y niñas con altas capacidades?
Tener un niño que se aburre en clases y que por lo general es quien comanda el alboroto en el salón de clases, puede ser una bendición.
Esta es una situación de lo que a veces ni los maestros ni los padres de familia tienen consciencia, pues en la mayoría de los casos se les trata como “niños problema”, cuando en realidad puede tratarse de niños con altas capacidades.
Y es que no todos los “infantes problemáticos” encajan en este rango de altas capacidades que corresponden a la habilidad que está al menos un 10% por encima de la capacidad promedio.
Para atender a estos jovencitos, niños y niñas, existe en Hermosillo Destaca, una asociación civil formada por un grupo de padres de niños con altas capacidades.
"Surgió como una inquietud ante la necesidad de atender a niños con alta capacidad”, relató Ana Lucía Hirata Barraza, quien precisó que los padres de familia se reúnen desde 2010 y formalmente empezaron a atender niños en 2018 y en 2019 quedó constituida Destaca como asociación civil para poder acceder al apoyo de las universidades.
Hirata Barraza, madre de un niño (ahora joven) con altas capacidades, indicó que a la fecha se han atendido a 50 familias, aunque el número de niños bajo atención es variable, pues alguno se retiran porque ya no tienen la necesidad, o porque los niños crecen y en tanto otros se acercan con niños pequeños, es muy dinámico.
Primeras señales
“Estos niños, al ser diferentes, empiezan a tener inquietudes, y necesidades en las escuelas, los padres notan esa diferencia y eso crea inquietud, sobre todo si es el primer hijo y no tienen experiencia”, explicó.
Cuando empiezan a surgir problemas de conducta y aburrimiento en la escuela, indicó, es donde los padres de familia notan la necesidad de atención, principalmente por necesidades emocionales.
Más que el conocimiento convencional, explicó, es la situación de sentirse diferentes, de no encontrar un lugar propio, por no tener intereses comunes con los niños de su misma edad lo que requiere atención especial.
El sistema educativo sonorense, a través de la Ley General de Educación, prevé la educación inclusiva que no sólo es para niños con alguna discapacidad, sino que abarca también a niños con aptitudes sobresalientes, “pero eso solo está en la ley, mas no así en la práctica”, comentó. “Los niños en las escuelas batallan con la atención de esas necesidades.
No tenemos una solución fácil a este problema complejo, lo que hacemos es acompañar a los padres para que ellos encuentren las soluciones que mejor convenga a sus familias”, puntualizó.
Para algunos la solución puede ser adelantar al niño en su grado de estudios, para otros pueden ser actividades extraescolares, para otros padres angustiados tener contacto con otros padres en situación similar y no sentirse solos, puede ser también una solución, buscamos entre todos atender a los niños y a las familias, detalló.
Hirata Barraza, quien es maestra en una universidad local, señaló que el término altas capacidades no se refiere únicamente al IQ , claro que este es importante pero hace más bien referencia a aquellos niños que tienen capacidades diversas que están un 10% por arriba de la media.
Es un espectro muy amplio que puede abarcar a los genios pero no es sólo tema de la inteligencia, sino también se refiere a una forma diferente de ser y de sentir, aseveró.
“Hay jóvenes muy sensibles pero principalmente es la pasión y el hambre por el conocimiento lo que distingue a estos jóvenes, ya que quieren profundizar en lo que saben y eso los lleva a hacerse preguntas incluso filosóficas, de dónde vienen a dónde van”, expresó.
Hay jóvenes talentos artísticos, en la ciencia, en el deporte, en cada aspecto de la actividad humana. Para encauzarlos primero se observa cuáles son los intereses que tienen, para luego ofrecerles retos que normalmente en las escuelas no lo hacen, y así determinar cuál ruta de crecimiento quieren seguir.
La catedrática consideró que para la atención de este segmento de la población hay problemas estructurales, no sólo del sistema educativo, por lo cual no encuentran una atención debida.
"Anteriormente había un programa que se conoció como Modelo de Atención a Niños y Jóvenes con Capacidades y Aptitudes Sobresalientes (CAS), y se transformó en el programa Usaer (Unidades de Servicios de Apoyo a la Educación Regular), pero se enfocó principalmente en niños con discapacidad. “Hemos peleado por una verdadera inclusión, porque hasta ahora no se entiende lo que son las altas capacidades que también necesitan un trato diferenciado”, argumentó.
¿Se nace o se hace?
Los casos de infantes con una alta capacidad es una disposición biológica, es decir, que se nace con ella, por la cual la persona que tiene comportamientos por encima de la media, no es que sea diferente, sino que tienen comportamientos distintos a la media, explicó Javier Fernando Cuevas Ríos, encargado del Área de Apoyo a la Educación Inclusiva de la Universidad de Sonora.
Los niños con altas capacidades se distinguen principalmente en materia de sensibilidad, por la importancia que le dan a la ética, o a la solución de los problemas sociales, como el hambre, la pobreza extrema, entre otras.
Generalmente son confundidos con personas que padecen Trastornos de Déficit de Atención (TDA), ya que se aburren en clases y por ello causan aparentemente desorden en el salón de clases, pues al momento de tener enorme facilidad para entender, aprenden más rápido que los demás y eso causa que les frustren las repeticiones.
"No diagnosticamos la alta capacidad, sólo se identifica, pues no es una situación que tenga que ver con alguna enfermedad congénita, tampoco es un trastorno, sino que se trata de personas con características muy específicas”, precisó Cuevas Ríos.
No podríamos establecer que un niño con alta capacidad sea un niño más inteligente que los demás, sino que tiene facilidades en algunas áreas del conocimiento, señaló.
Explicó que una característica de estos niños es que pueden profundizar en un tema y memorizarlo mucho mejor que los demás y llegar a preguntas que el común de las personas no se hacen.
Mitos y estereotipo
Ana Lucia Hirata Barraza señaló que uno de los objetivos de Destaca es visibilizar este tema, pues hay muchos mitos, hay mucho desconocimiento y estereotipos con respecto a la población con altas capacidades.
“Le diría a la sociedad, a la escuela, a los padres de familia que se cuestionen, cuando haya un niño que sea disruptivo, que haga preguntas o desde muy pequeños aprenden rápido o manifiestan inquietudes fuera de su edad, vean si se puede desarrollar ese talento, porque no hay mucha empatía para este tipo de niños.
“A los padres les dicen que todo mundo quiere o cree que sus hijos son muy inteligentes y no les prestan atención”, lamentó.
Dijo que también es un mito que este tipo de niños “sacan puros dieces”, lo cual no es cierto, muchos niños con altas capacidades no tienen excelentes calificaciones en todo, ya sea porque no les interesa, porque se aburren o porque se camuflan por no querer llamar la atención, sobre todo en el caso de las niñas, por razones culturales y en la adolescencia por razones sociales.
“Yo quisiera que cuando se den cuenta que un niño destaca, se le atienda y se desarrollen programas especiales para ellos”. En Jalisco h a y u n a escuela pública que atiende a este tipo de niños en base al desarrollo de proyectos y hacia allá se dirige el proyecto Destaca.
Explicó que distinguir a un niño con alta capacidad de un niño problemático por otras razones tiene que ver con la capacidad del niño de conocimiento, que se vea que tiene un dominio específico, que haga preguntas fuera de lo común, que tenga hambre de conocimiento insaciable, sensibilidad ante lo que ocurre a otros o ante la problemática social.
También si muestran una obsesión por algún deporte, que no quiera ir a la escuela porque se aburre, y si se le cuestiona puede responder satisfactoriamente aun sin haber estudiado, entonces puede ser un posible caso de niño con alta capacidad.
Convenio de colaboración
Este organismo, Destaca, trabaja de la mano con especialistas de la Universidad de Sonora (Unison), que a través de su área de inclusión provee un espacio y el apoyo a través de un grupo de catedráticos y estudiantes que asesoran y guían a los niños.
Una de las responsabilidades de la Unison es en el área social y por ello se apoya a una comunidad que hasta ahora ha sido invisibilizada, comentó Javier Fernando Cuevas Ríos, encargado del Área de Apoyo a la Educación Inclusiva de la Universidad de Sonora.
“Lo que nos preocupa es que ellos sean felices, ayudando a que tengan acceso a la integralidad. Aprendemos de los papás y de los niños con altas capacidades, el niño es el que nos enseña a cómo dirigir su proceso de aprendizaje y también nos humaniza para poder entender cómo es vivir con una alta capacidad”, señaló.
Participan como apoyo cuatro maestros, de personal de la Dirección de Apoyo a Estudiantes y del Área de Inclusión, son dos profesores de matemática, dos de arte, además de estudiantes que ofrecen su asesoría en diversas materias, como matemáticas o programación.