Invitan a visitar el Cerro de Trincheras

Ubicado en el municipio de Trincheras, es el sitio más impactante en Sonora, desde el punto de vista de su monumentalidad, porque representa un área cultural habitada por una población de más de 2000 habitantes, explicó María Eliza Villalpando Canchola, arqueóloga e investigadora en el INAH Sonora.

La responsable del proyecto de investigación institucional y directora de varios proyectos en aquella región, detalló que los pobladores pertenecían a grupos agrícolas sedentarios, que llegaron a tener manifestaciones culturales complejas.

“Es una área muy amplia de la tradición Trincheras, fue el centro regional de las comunidades agrícolas en el período prehispánico tardío, entre los siglos XIV y XV, fue el lugar que concentró al mayor número de población y tuvo obra arquitectura sobresaliente, equiparable al patrimonio de Monte Albán o Teotihuacán”, aseguró.

El cerro de Trincheras se caracteriza por una construcción de 900 terrazas con dimensiones que van desde los 10 a los 15 metros y alcanzan los 150 metros de largo, hechas de diferentes tipos de tamaños de piedras y carecen de mezcla cementante, acción que permitió que durante las lluvias no se inundaran, dijo la investigadora.

“Cuenta con tres estructuras de gran trascendencia, una cancha, un mirador y la plaza del caracol; durante mucho tiempo se pensó que estas terrazas tenían el fin de la defensa, pero la mayoría se concentran en la cara norte y para efecto de defesa, la cara sur estaría poco protegida, aunque tenga sentido de defensa en realidad fue un pueblo con todos los elementos, áreas habitacionales, áreas de talleres de ornamentos, conjunto de terrazas de tipo administrativo y áreas para rituales de diferentes índoles”, describió.

El proyecto
Precisó que el área está abierta al público desde 2007, cuando se trabajó en conjunto con el Instituto Sonorense de Cultura (ISC), con la intención de la apertura de la zona arqueológica, pero los estudios arrancaron hace 30 años, en 1988 con un proyecto binacional y se trabajó en el hasta concretar su apertura oficial en 2011.

“La zona cuenta con un Sendero Interpretativo, Centro de visitantes, conjunto que acompañan a los espacios museográficos, repositorios de materiales arqueológicos, recuperados a lo largo de años, así como áreas de laboratorios/, describió la arqueóloga.

La experiencia

Los horarios de visita son de martes a domingo, de las 9 a las 6 de la tarde, el centro de visitantes cuenta con áreas de estacionamiento, espacios sombrados y es totalmente gratuita la entrada.

“Es importante que vayan preparados para el clima del desierto, llevar agua, zapatos cómodos, manga larga, camisas, es una experiencia que no deben de perder, porque visualmente llegar a la cima de la Plaza del Caracol, vale la pena, desde allí se ve todo el paisaje cultural del valle medio de Magdalena y se puede apreciar lo que fue vivir en un área así en el pasado”, señaló.

Mencionó que estas actividades son para todo México y especialmente para los sonorenses para que conozcan y valoren su patrimonio y pasado, pues fueron sociedades con sistemas complejos.

EXP/LG/EJ/MAR/2018