Las desapariciones no disminuyeron en esta administración: Noé Zavaleta
El periodista y escritor se enlazó vía telefónica durante la transmisión de Expreso 24/7 para platicar sobre su nueva publicación “Las buscadoras, madres que buscan personas desaparecidas en México”.
Las desapariciones y desapariciones forzadas han hecho que grupos de madres buscadoras surjan en todos los rincones de México con el propósito de encontrar paz al saber que sus hijos no sufren más; Zavaleta recogió testimonios y entrevistas para publicar una crónica que relata la vida de estas mujeres.
“Lo que tratamos de visibilizar es el viacrucis que tienen estas mujeres que dejaron sus labores del hogar, su trabajo en la oficina o en el mostrador de una farmacia, porque sufren día a día y tienen un dolor inmenso por la desaparición de un ser querido, en su mayoría hijos e hijas, y ante la indiferencia y omisión del estado ellas están haciendo el trabajo que el gobierno no quiere hacer y que parece que le importa muy poco”, comentó.
El periodista expuso que las cifras oficiales de la Comisión Nacional de Búsqueda habla del 13 mil desaparecidos sólo en el 2022, sin embargo, los colectivos abundan que la cifra se acerca a los 15 mil, y que hay estados en los que las cifras han recrudecido; menciona también que cada año surgen nuevos colectivos, no por moda, sino por una necesidad evidente en regiones norte y sureste del país.
Prevalecen los estigmas de la sociedad por personas desaparecidas
“El estigma es muy fuerte en todos los estados, hay personas jóvenes desaparecidas porque pertenecían a ligas criminales y las mismas madres lo admiten, pero también hay miles de jóvenes que desaparecieron cuando iban a la universidad, o que fueron engañados en una vacante de empleo a la que aplicaron para poder apoyar a su familia, y la sociedad los culpa y los revictimiza, y el estigma escala hasta las autoridades, que continúan ignorando el problema”, agregó.
La narración del libro lleva a los lectores a que se acerquen a las buscadoras y que puedan comprender un poco la incertidumbre de buscar a un ser querido no sólo en una fosa clandestina, sino también en barrancos, casas de seguridad, narco ranchos, e incluso al interior de las cárceles, ya que en aras de encontrar a sus hijos, encaran a delincuentes que creen que pueden saber dónde están sus hijos, y como se hace mención en el libro: no buscan culpables, buscan recuperar a sus hijos.
“El problema de las desapariciones se fortalece con esta conjunción entre células del crimen organizado y cuerpos policiacos; mientras no terminemos ese círculo vicioso, el tema de las desapariciones irá en aumento en México y será un tema de la agenda pública de este sexenio, del que viene y hasta el 2040 nos podremos ir si ninguna autoridad federal y las estatales no le ponen atención a esta crisis humanitaria”, finalizó.