Por estas razones es importante proteger la piel de los rayos UV
Las dermatólogas Annie Riera e Irma Dolores Pérez Félix explican lo necesario para promover el cuidado de la piel contra los rayos UV, los cuales pueden traer graves consecuencias a la salud.
Con la llegada del verano, aumentan las horas de exposición a la radiación ultravioleta (UV). La capa de ozono bloquea aproximadamente el 70 por ciento de la misma; sin embargo, el 95 por ciento de las longitudes de onda más largas que se corresponden a la luz UV de tipo A alcanzan la superficie terrestre, y el resto pertenece a la radiación UV tipo B.
Tanto la UVA como la UVB provocan daño a la piel, que en algunos casos puede ser severo y conducir al desarrollo de diversos tipos de cáncer cutáneo.
Por ello, las doctoras Annie Riera Leal e Irma Dolores Pérez Félix, ambas cirujanas dermatólogas, explican lo necesario para promover un mejor cuidado de la piel.
¿Cómo dañan los rayos UV?
La Dra. Riera expuso cómo los rayos UV pueden provocar rupturas en las bases nitrogenadas del DNA, la molécula donde se almacena la información genética de nuestras células provocando mutaciones que producen cáncer.
“Se forman dímeros de pirimidinas que deforman la configuración de la doble hélice de la molécula de DNA, lo que obliga a que se activen mecanismos reparadores del daño. En algunas personas, la coincidencia de factores genéticos, ambientales o de estilos de vida inadecuados, hace que estos mecanismos reparadores sean ineficaces para solucionar el daño. Las alteraciones resultantes en la traducción de la información genética genera proteínas disfuncionales, ocasionando la muerte celular o el cambio de la célula hacia un fenotipo tumoral”, explicó la especialista
Estos daños se identifican clínicamente a través de la presencia de algunos síntomas y signos. La Dra. Pérez destacó algunos:
“El sol produce envejecimiento cutáneo prematuro, lo cual se evidencia a través de un incremento en las líneas de expresión, aumento de la flacidez cutánea, así como la aparición de diferentes tipos de manchas y lesiones que en algunos casos los dermatólogos clasificamos como lesiones premalignas, tales como las queratosis actínicas. Las manchas constituyen un mecanismo de defensa de la piel, por lo que son importantes”, precisó.
Tipos de protección
Para evitar los riesgos ocasionados por la exposición al sol, la primera medida son las barreras físicas, como el uso de ropa apropiada, sombreros de ala ancha, sombrilla. A ello se suman los diversos productos tópicos y sistémicos que confieren fotoprotección.
Es imprescindible que el individuo lleve una dieta sana y equilibrada rica en vitaminas y minerales, el consumo de agua natural y la práctica sistemática de ejercicios físicos. La Dra. Riera explicó en cuanto a los bloqueadores solares:
“Los bloqueadores contienen sustancias aprobadas científicamente para evitar el efecto dañino de las radiaciones UVB y UVA. En algunos caso, se le añaden sustancias o enzimas para reparar el daño que ambas producen. Algunos incluyen antioxidantes para disminuir el estrés oxidativo y neutralizar los efectos de los radicales libres generados en la piel por la UV. A medida que se han ido conociendo los efectos de la UV sobre el sistema inmune, se han incorporado a las formulaciones sustancias que mejoran la respuesta inmunológica de la piel. Otros protectores incluyen despigmentantes o compuestos que mejoran en general la calidad de la piel".
No obstante, en el mercado existen diversas opciones que se adecuan a necesidades particulares del usuario. En este sentido la dermatóloga Pérez mencionó:
“Existe una variedad increíble de protectores solares. Se pueden subdividir en base a las sustancias que los componen, que pueden ser orgánicas o inorgánicas, en base a la textura, la presencia de color para mejorar la cosmética, la presentación del producto en respuesta a las actividades del paciente. Prácticamente hay un protector diseñado para cada tipo de piel y para cada individuo”, compartió
En cuanto a recomendaciones para tomar una decisión práctica, la Dra Riera explicó que el protector adecuado se elige de acuerdo a la edad, tipo de piel, historia médica, la presencia de fotodaño, lesiones premalignas o el antecedente de cáncer.
“Como dermatólogas consideramos muchos factores, por lo que es fundamental acudir con un especialista para tomar la decisión más adecuada”, argumentó.
Por último, las dermatólogas compartieron que los tres errores más comunes que afectan el buen cuidado de la piel son: el no aplicar el protector solar adecuadamente, no utilizar las medidas físicas de protección y no tener un estilo de vida apropiado.
Recomendaciones
El protector solar debe utilizarse diariamente, aún cuando no nos exponemos directamente a la UV y debe reaplicarse cada cuatro horas. Las medidas físicas complementan el uso del protector, no lo sustituyen. Evitar el hábito de fumar, el consumo de comida no saludable y el sobrepeso son también importantes.
La Dra Riera destacó: “no hay que automedicarse, lo correcto es que acudamos al menos una vez al año al dermatólogo para analizar el estado de nuestra piel".