Jesús Navarro y Jorge Galindo dedicaron su vida al servicio policial
Este viernes 31 de marzo dos agentes de Seguridad Pública de Cajeme fueron emboscados y asesinados por hombres armados.
Elementos de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal y ciudadanos se encuentran consternados por el asesinato del Director Operativo Jesús Alberto Navarro Velarde y su escolta Jorge Alberto Galindo Ayón, quienes gran parte de su vida le dedicaron tiempo y esfuerzo al servicio policial.
El comandante Navarro Velarde tenía el rango de suboficial, considerado como uno de los más altos de la corporación, era Licenciado en Derecho y actualmente estaba cursando una maestría de manera virtual mientras realizaba sus labores como Director Operativo.
Tenía 18 años y 8 meses como policía activo en la Secretaría de Seguridad Pública de Cajeme, anteriormente estuvo comisionado como encargado del departamento de Dactiloscopía y la Policía Rural.
En su trayectoria, siempre destacó por sus labores de proximidad social con los ciudadanos, además de organismos empresariales y productivos con quienes mantenía comunicación para elaborar estrategias que ayudaran a disminuir los delitos.
El pasado mes de noviembre, la Cámara Nacional del Comercio (Canaco) le entregó un reconocimiento al Director Operativo por la atención al sector empresarial, ya que se había logrado reducir el robo a negocios y se incrementaron las detenciones de presuntos delincuentes.
Jorge Galindo
Jorge Alberto Galindo Ayón tenía el rango de policía, según el registro de corporación contaba con una antigüedad de 17 años y 5 meses.
Actualmente era una de las personas de confianza del Director Operativo, pero años atrás estuvo comisionado a la Policía Rural, la cual se encarga de realizar labores de vigilancia en los campos del Valle del Yaqui.
Tragedia
Ambos elementos dejan en vida a sus esposas e hijos, además de familiares y policías de la corporación que lamentan esta tragedia.
Cabe señalar que después de velar los cuerpos de ambos policías, autoridades municipales deberán rendir un homenaje por haber fallecido en cumplimiento de su deber.