¿Conoces la relación entre la comida y los trastornos mentales?

Si no sabías la influencia que los alimentos pueden tener en las emociones, necesitas leer esto.

En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Salud Mental, la nutrióloga Karen Vázquez explicó para el noticiero de Expreso 24/7 la relación de los alimentos y las emociones, así como lo que debemos consumir para cuidar mejor nuestra salud mental

Relación de la comida y las emociones

Lo creas o no, lo que consumimos repercute bastante en nuestro cuerpo día a día.

Estudios e investigaciones científicas  han corroborado la deficiencia de ciertos nutrientes o carencias nutricionales a falta de ciertos alimentos. Por ello, resulta sumamente importante saber qué alimentos debemos llevar a nuestro cuerpo para que nos ayuden a generar un balance cerebral.

  • Omega 3: es indispensable y puede encontrarse en alimentos como pescado, pescados azules, salmón, truchas o sardinas. Su importancia reside en el efecto protector que tiene en las neuronas.
  • Minerales específicos, como magnesio, zinc y hierro: pueden encontrarse tanto en semillas como legumbres, cereales, trigo entre otros.
  • Vitamina B, complejo B y vitaminas antioxidantes: pueden encontrarse en proteínas como carnes, pescados, frutos secos, pan y cereales.

Existen ciertas vitaminas y minerales que pueden ayudar con necesidades cerebrales. Tal es el caso del hierro hemo y el hierro no hemo, los cuales deben combinarse para tener el 100% de las funciones.

Trastornos asociados con una mala alimentación

Esquizofrenia, epilepsia, ansiedad, depresión, son algunos de los trastornos, pues las emociones influyen en la elección de nuestros alimentos del día a día. 

Seguramente has escuchado hablar de la serotonina, conocida como "hormona de la felicidad", la dopamina, la hormona del placer, se generan en nuestro estómago.

Estas sustancias, si bien se producen en el cerebro, también pueden producirse en la famosa microbiota, la cual se encuentra en el intestino y es conocida como nuestro "segundo cerebro".

Una mala alimentación puede ocasionar que la microbiota se altere.

Asimismo, cuando nos encontramos tristes o deprimidos tendemos a inclinarnos por postres o alimentos dulces, siendo que la azúcar enciende la "hormona de la felicidad".