Resurgen ruinas de lo que fue el pueblo viejo de Buenavista; esta es su historia
Los bajos niveles de agua en la presa Álvaro Obregón han ocasionado que resurjan las ruinas de lo que fue el pueblo viejo de Buenavista, lugar donde se encontraba una escuela, una iglesia y un panteón.
CIUDAD OBREGÓN, SON.- Los bajos niveles de agua en la presa Álvaro Obregón han ocasionado que resurjan las ruinas de lo que fue el pueblo viejo de Buenavista, lugar donde se encontraba una escuela, una iglesia y un panteón.
Actualmente la presa tiene una capacidad de agua del 15 por ciento, y, por segunda vez en la historia, pueden apreciarse estas imágenes debido al problema de sequía.
Gabriel Valenzuela Gutiérrez, habitante de Buenavista y guía turístico, dijo que en el 2003 los niveles de agua estaban más bajos y se apreciaron los ladrillos que formaban parte de estas construcciones. En este 2022, por segunda ocasión, están al aire libre y se considera como un hecho histórico.
“Las ruinas que hoy vemos datan de la época colonial, en la época de los jesuitas, toda la arquitectura, el tipo de ladrillo que se puede apreciar es muy diferente a lo que vemos hoy”, expresó.
Y aunque para algunos es preocupante, para la población de Buenavista es conmovedor ver los cimientos de aquellos lugares que disfrutaron sus antecesores.
“Para nosotros como habitantes de esta comunidad es afortunado porque podemos apreciarlo, pero también es desafortunado porque falta el agua; cuando la presa tiene buenos niveles todo esto queda sumergido hasta con 15 metros de profundidad”, señaló.
La historia
Fue en el año de 1619, en la época colonial, cuando se fundó el pueblo de Buenavista, pero 335 años después la comunidad se sacrificó por la construcción de una presa.
Después de los más de tres siglos de historia, en 1946, los pobladores se enteraron que se había autorizado la construcción de la presa Álvaro Obregón sobre el Río Yaqui.
Los días de esta comunidad estaban contados, junto a otras rancherías como San Isidro, La Estancia, Tres cerritos, Los carrizos, El Disparate y Cumuripa.
El 24 de junio de 1952 el pueblo viejo fue evacuado, algunas personas no creían de este aviso, pero otras con lágrimas en los ojos no querían dejar sus pertenencias y lo que por años les costó construir.
Los ruegos de la gente no bastaron, la decisión ya estaba tomada; el pueblo de Buenavista fue sacrificado para darle más desarrollo al Valle del Yaqui.
En busca de fortalecer la agricultura y la ganadería en la región, las autoridades de ese entonces celebraron el inicio de la presa del Oviáchic.
El pueblo de Buenavista quedó sumergido con el agua y los habitantes fueron reubicados a sólo unos kilómetros, lugar donde han vivido hasta la actualidad.
Urgen lluvias
A pesar de que la presa Álvaro Obregón fue construida para fortalecer la agricultura y la ganadería, actualmente ambos sectores ruegan para que lo más pronto posible se registren lluvias, de lo contrario la situación podría empeorar.
Marco Antonio Gutiérrez, ganadero y presidente de una sociedad cooperativa, manifestó que la falta de lluvias genera la mortandad de animales.
“Si las presas tienen un volumen muy bajo las especies no se reproducen; la temperatura es muy alta y el mismo clima los mata poco a poco. En la ganadería pasa lo mismo, todos nos estamos viendo afectados pero confiamos en la naturaleza, en peores situaciones hemos estado y salimos adelante”, mencionó.
Foto: Ana Camargo / EXPRESO.
Escuela Niños Héroes en el pueblo viejo de Buenavista (Foto: Cortesía).
Foto: Ana Camargo / EXPRESO.
Iglesia San Carlos Borromeo (Foto: Cortesía).
Foto: Ana Camargo / EXPRESO.
Foto: Ana Camargo / EXPRESO.
Foto: Ana Camargo / EXPRESO.
Foto: Ana Camargo / EXPRESO.
Foto: Ana Camargo / EXPRESO.