El narcisista perverso
La autora es Licenciada en Psicología con Maestría en Terapia Gestalt.
He escuchado más información en las redes acerca de este tema. Es difícil establecer una definición del perverso narcisista, sin embargo, los conceptos que más se acercan son el del trastorno narcisista y la psicopatía.
El narcisista cree que es el centro del universo (en su universo lo es). Es una persona que siempre tienen la razón, piensa que los demás son inferiores y por ende busca que la respeten y le den un
trato especial. Esta persona es segura de sí misma y camina con arrogancia. Parece una persona común.
Lo que la hace diferente es su falta de empatía, que la hace despreciar a los demás y no le importa hacer lo que sea para conseguir aquello que desea, por lo que va dejando a su alrededor un rastro de dolor y sufrimiento.
El narcisista perverso, según Albert Iquer, es un individuo que bajo la influencia de su grandioso yo intenta crear un vínculo con un segundo individuo, arremetiendo con la personalidad narcisista del otro para desarmarlo, atacar su amor propio, la confianza en sí mismo, lo cual crea en la persona un cambio drástico de quien era antes y quien termina siendo a su lado.
Busca exageradamente el reconocimiento y la atención, maneja una tendencia perversa porque desea satisfacer sus deseos a toda costa y utiliza a otros para sus propios fines.
Para Marie-France HYPERLINK "https://es.wikipedia. org/wiki/Marie-France_Hirigoyen"Irigoyen, la perversidad no proviene de un trastorno psiquiátrico sino de una fría racionalidad que se combina con la incapacidad de considerar a los demás como seres humanos. El perverso sabe cómo seducir al grupo y conseguir que funcione de manera inhabitual; conoce sus límites y frena su acción cuando percibe que puede ser descubierto.
La mayoría de estos individuos fueron heridos en su infancia y es esta transparencia al dolor lo que les permite lastimar a otros. Ellos se valorizan a costa de los otros. Es algo repetitivo y no se arrepienten de nada.
Carecen de empatía, aunque al inicio de un romance hacen un bombardeo de amor, empiezan a buscar entrar por la familia, los amigos, para después poder manipular. Fingen empatía y generalmente son educados, seductores y serviciales.
Son hábiles con las palabras y aunque ellos son mentirosos e infieles, exigen a los demás la verdad. Manejan una seducción de dos tipos: una es la forma de acercarse siendo protectores y la otra es la violencia indirecta, donde atacan los puntos débiles de las personas, así como aplastar al otro para que no exista como identidad.
La negación es el arma directa del narcisista perverso, ya que, cuando los confrontan siempre terminan manipulando para que la otra persona sea la responsable de todo, la acusa de todo lo
que le ocurre y utiliza el enojo, la indiferencia para dejar todo a medias.
Descalificar a la pareja es su entretenimiento, con el fin de desestabilizarla emocional y psicológicamente. Sostiene discursos contradictorios y a medias, dejando a la persona con incertidumbre, la cual puede llegar a crear con el tiempo ansiedad y depresión.
Maltrata sin que se dé cuenta, como algo habitual, ya que busca el mismo tipo de víctima, personas generosas, maternales, amables, que pecan de ingenuidad, orgullosas y complacientes.
No hay cura, pero si estas en una relación así, la única forma de salir de ahí es no volver a establecer ningún contacto, buscar la ayuda para recuperarte y sanar ese tipo de vínculos.
La autora es Licenciada en Psicología con Maestría en Terapia Gestalt.