Fechas, su importancia
El autor es periodista con más de 35 años de experiencia, LAE, MCO, DAP.
Pareciera un tema insulso, pero es de lo más importante. En su simbolismo las organizaciones colocan uno o varios ejes rectores sobre el cual giran sus actividades, su vida pública y que, dependiendo del tamaño y antigüedad, va tomando mayor relevancia.
La Iglesia Católica, por ejemplo, su protocolo y formalidad gira en torno a las fechas navideñas y de Semana Santa, de ese tamaño es la importancia y significado del respeto a las fechas.
Hay otras que, con motivo de aniversario, las empresariales, por ejemplo, suelen hacer promociones de cualquier tipo, otras amplían el rango de festejos y hay aquellas que se avorazan y manejan públicamente y anuncian el mes de equis tema.
Le puedo asegurar que al iniciar su vida cualquier organización en lo menos que se preocupó fue en las fechas. Esto es lógico y natural pues es un aditamento poco necesario hasta que llega el momento en que sí lo es pues sus integrantes buscan conseguir una característica superior que es trascender y requiere de la fijación de una fecha en la mente del público para que se considere ese dato en particular como día grande.
¿24 de diciembre?, ¿20 de noviembre?, ¿16 de septiembre?, ¿10 de mayo?, ¿15 de mayo?, etcétera, son fechas de gran importancia para organizaciones que lucharon –unas más años que otras--, para abrirse a codazos y que se establecieran en la mente popular.
Ahora bien, ¿y si una organización no cuenta con una fecha para festejar?
La lógica existencialista indica el camino: ¡invéntala!
Cualquier dirigente de una organización que no tenga fecha de festejo puede instaurarla conforme a lo que le plazca…pero hay tres variantes que sería bueno tomar en cuenta en el caso de México.
1.- Nunca pongas una fecha de festejo de aniversario cerca de otra más grande (dos de noviembre, 10 de mayo, 24 y 31 de diciembre, por ejemplo), pues la idea central es que, cuando lo informes, no se vea eclipsada por el reflejo de días mayúsculos.
2.- La idea central es que con recordar la fecha de nacimiento de la organización se trasladen a la mente del público imágenes de grandeza, nobleza, éxito, superioridad, un modelo a seguir, orgullo y un largo etcétera, variantes que se desvanecen al estar cerca de las fechas permanentes.
3.- Una vez establecido el día (no una semana, ni un mes pues se pierde el punto de partida), se debe incluir en los planes estratégicos de la organización para utilizarlo como catapulta al interior de la organización de ascensos, avisos novedosos, promociones, entrega de bonos, etcétera y sirve de apoyo para incidir en la pertenencia, lealtad y demás beneficios para la entidad, de tal forma que se convierte en un día esperado y poco a poco empieza a fijarse al exterior, en la mente del populo, para transmutar a tradición que es el fin último de toda fecha.
El autor es periodista con más de 35 años de experiencia, LAE, MCO, DAP.
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