El actor Keanu Reeves cumple hoy 60 años
La vida del famoso actor de películas como "Matrix" y "John Wick" ha estado marcada por la tragedia y la resilencia
La vida de Keanu Reeves, quien hoy cumple 60 años, incluye un padre ausente y la lucha de su hermana contra la leucemia y la muerte de su mejor amigo, River Phoenix.
El actor, quien el próximo año estrena John Wick Presents: Ballerina, casi se convierte en padre con su novia Jennifer Syme en los 90, pero su hija nació muerta; dos años después Syme murió en un accidente automovilístico, que le afectó anímicamente, como lo dijo su amiga Sandra Bullock.
"Keanu ha mostrado tener una capacidad de reconocer las situaciones desafortunadas de su vida e invertirlo, puede verlo todo desde otro lado. Tiene un pensamiento muy flexible que puede venir de su multiculturalidad, por su madre es inglesa, su padre chino-hawaiano y vivir en diferentes partes del mundo.
"Si no estuvo su padre, seguro tuvo una red de apoyo sólida de quienes adoptó características de su personalidad para desarrollar la resiliencia, como el vínculo con su mamá o tal vez con los padrastros. No lo sabremos porque no lo habla, busca una privacidad auténtica", señaló el psiquiatra Héctor Esquivias, en entrevista.
Si bien Reeves prefiere no hablar de su vida privada, ha admitido que su conexión con el vengador John Wick surgió de sus propios sentimientos de pérdida, por lo que se ha entregado al personaje de acción.
Para hacer el mismo las escenas de riesgo de la cuarta parte de la saga, tuvo un entrenamiento de tres meses, entrega que, en conjunto con su vida, podrían ser inspiradoras para muchos.
"A mí me parece que lo es, más porque es auténtico, habría que preguntarle a él si querría ser ejemplo para alguien. Yo pienso que no, que lo que quiere es tener una vida cotidiana normal y la tiene", continuó el psiquiatra.
Sin embargo, a pesar de las adversidades le hace honor a su nombre, que hawaiano significa brisa fresca sobre las montañas. Entre los múltiples ejemplos incluso se puede citar sus reflexiones sobre la edad.
"Pienso en la muerte todo el tiempo, espero que nos haya sensibilizado para que valoremos la respiración que tenemos y las relaciones que tenemos el potencial de tener", afirmaba el actor hace poco más de un mes a la BBC.
Además de maravillar al mundo con su trabajo como Neo en Matrix o como el John Wick, disfruta de la vida: anda en motocicleta, va de gira con su banda Dogstar, es creador y co escritor del cómic BRZRKR y acaba de publicar la novela "The Book of Elsewhere", sobre un guerrero inmortal que desea morir.
Al mismo tiempo brilla por su generosidad. Sus amigos de la infancia narran que les enseñó a tocar instrumentos, los visitaba en casa cuando estaban enfermos, les enviaba flores y hacía cosas que para otros serían imposibles.
"Nos estábamos mudando y teníamos un refrigerador grande en el sótano de nuestra casa. No estábamos seguros de cómo sacarlo y Keanu puso una correa alrededor de la parte superior de su torso, la ató alrededor del refrigerador y lo llevó hasta arriba solo", le contó un compañero de hockey a The New York Times.
La fama, que le llegó tras proyectos como A la Orilla del Río (River's Edge) y las películas de Bill y Ted, no cambió ese rasgo.
El protagonista de Speed: Máxima Velocidad prefiere mantener en el anonimato que cede su lugar en el Metro o que dona dinero a hospitales infantiles y a investigaciones sobre el cáncer, actitud lo que le ha valido el cariño de la gente, que no es dura con su trabajo.
"En la mayoría de sus mejores películas, Keanu interpreta a un personaje que el público ve más con afecto que con reverencia o idolatría, como un hermano menor que ha mordido más de lo que puede masticar y puede necesitar ayuda externa para sobrevivir", opinó el crítico Joe Queenan en The Guardian.
Hay una famosa foto de él en 2010, sentado en una banca mientras comía un sándwich con un aparente abatimiento, lo que provocó que el mundo intentara animarlo. Se propuso hacerle un día mundial y se abrió una página en internet llamada "¡Gracias, Keanu Reeves!" para rememorar sus acciones anónimas.