El mensaje de Andrés Manuel López Obrador fue como una conferencia mañanera a deshoras…

MÁS QUE un informe de gobierno, el mensaje de Andrés Manuel López Obrador fue como una conferencia mañanera a deshoras y con invitados especiales, en la que no hubo sorpresas sino el guión, las frases y los chistes conocidos.

EL PRESIDENTE presumió que ya logró separar el poder político del poder económico, y desde sus asientos en la segunda fila aplaudieron con fuerza Carlos Slim, Emilio Azcárraga y hasta Germán Larrea, que usualmente no se deja ver en público.

LÓPEZ OBRADOR reconoció que no ha habido crecimiento económico, pero por suerte aclaró que lo importante no es ser pobres, sino estar felices.

Habrá que avisarle a los inversionistas y a las calificadoras.

UNA BUENA: México registra un superávit de cuenta corriente.

La mala: esa no es una buena noticia, pues los expertos saben que es un reflejo de la desaceleración económica.

Menos mal que la economía no es manejada por los economistas.

TOTAL que el informe no informó gran cosa, pero dejó en claro que el país del Presidente, Otrosdatotitlán, va bien, muy requete bien.

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POR CIERTO que más de uno sintió un déjà vu cuando el Presidente se sacó de la manga un espaldarazo para Manuel Bartlett, pues dicen que sonó igualito al “No te preocupes, Rosario”, de Enrique Peña a Rosario Robles.

¡Qué malpensados!

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NO SE MERECE Porfirio Muñoz Ledo que la oposición lo llame “espurio”, pero tampoco se merece el trato que le está dando Morena: el del hombre de paja que necesitan para no soltar la presidencia de la Cámara de Diputados.

LUEGO de haberle entregado la banda presidencial al primer Presidente surgido de la izquierda y haber desplegado gran oficio en el manejo de las sesiones durante dos periodos, ¿qué necesidad tendría Muñoz Ledo de seguir al frente de la Mesa Directiva por medio de una imposición?

Evidentemente, ninguna.

Y menos cuando es el candidato obvio a la Medalla Belisario Domínguez.

PERO A ALGUIEN en el lopezobradorismo, por miedo o por codicia, se le ocurrió desconocer el reglamento legislativo y los acuerdos con la oposición, con tal de que el PAN no asumiera la presidencia de San Lázaro, que legalmente le correspondía.

¡Pero qué necesidad!

PARA la posteridad quedará la frase del propio Muñoz Ledo, que sin darse cuenta que tenía abierto el micrófono al finalizar la sesión, comentó irónico:

“Es un delirio estar con Porfirio”.

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MÁS QUE un Audi, pareciera que le pasó por encima un tráiler político a Fernando Manzanilla.

Luego de revelarse las transas en la compra de terrenos para la armadora, el actual secretario de Gobierno de Puebla tuvo que salir a aclarar que no está pensando en renunciar y que tampoco tiene problemas con Miguel Barbosa.

¡Bip, bip!

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