Alumnos de Cobach Sonoyta protegen a pez pupo
Se está reconstruyendo con piedra y hule el estanque en donde conviven los pececitos, debido a que el crecimiento de maleza, entre otros factores, provocaría mortandad de los mismos”, comentó la docente
En coordinación con el Museo del Desierto de Tucson, Arizona y el Centro Intercultural para el Estudio de Desiertos y Océanos (CEDO), con sede en Puerto Peñasco, integrantes del Cobach Sonoyta, operan unos de los cinco santuarios en el mundo para proteger al pez Pupo o cachorrito del desierto.
Rodrigo Rosas Burgos, director general de Cobach Sonora mencionó que la colaboración se realiza para proteger esta especie endémica de pez desde 2005 y para su conservación cuentan con un estanque que sirve de albergue para el pequeño pez.
Por tal motivo se realizó recientemente la remodelación de un estanque que sirve de hogar para la especie, cuyo nombre científico es Cyprinodon macularius, y es uno de los cinco refugios que existen en el mundo para proteger la existencia de Pupo.
Pupo fue -elegido como mascota representativa del plantel- es un pequeño pez endémico del desierto en Sonora, comentó a su vez la directora del plantel Sonoyta, María Isela Gamboa Hernández.
“Se esta reconstruyendo con piedra y hule el estanque en donde conviven los pececitos, debido a que el crecimiento de maleza, entre otros factores, provocaría mortandad de los mismos”, comentó la docente.
Actualmente existen cinco refugios del pez del desierto: dos en Estados Unidos y tres en México, uno de ellos en Sonoyta y los otros dos en Puerto Peñasco, manifestó Gamboa Hernández.
El Pupo, especie endémica en peligro de extinción, se ha adaptado para sobrevivir en ambientes extremos y se le encuentra en estanques y pantanos del desierto. El macho es más grande que la hembra y alcanza a medir sólo 7.5 centímetros.
Mencionó que Cobach Sonora aporta personal, el CEDO participa con mano de obra y acciones de protección de los peces, mientras que el Museo del Desierto de Tucson, Arizona coordina todo el proyecto.
El pequeñísimo y singular pez tiene un estanque especial en el plantel Sonoyta y nada junto a los charales de aleta amarilla larga que son un poco más largos y delgados que el cachorrito del desierto, aproximadamente del tamaño de un dedo.