CEDH Sonora crea protocolo de Estambul

La CEDH Sonora tendrá su oficina para el tratamiento de dicho 'Protocolo de Estambul' en el cual brindan atención psicológica a las víctimas y sus familiares, así como acompañamiento hasta la estabilización de la crisis.

La Comisión Estatal de los Derechos Humanos en Sonora (CEDH) creó por primera vez una oficina para el protocolo de Estambul, que desde su apertura en 2023, emitió 24 casos de tortura y tratos inhumanos o degradantes.

El presidente de los derechos humanos en la entidad, Luis Fernando Rentería Barragán, informó que es un manual para la investigación y documentación eficaz de la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes.

“Son 24 diagnósticos hechos por un perito en medicina, y una perita en psicología sobre casos de tortura, este año queremos que se fortalezcan los trabajos de promoción sin bajar los números, incluso crecer más los trabajos de protección”, comentó.

De acuerdo al reglamento interno de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, en estos casos se brinda atención psicológica a las víctimas y sus familiares, así como acompañamiento hasta la estabilización de la crisis, también se apoya en la asesoría de documentación en expedientes de quejas sobre presuntas violaciones a derechos humanos, entre otras atribuciones.

Desde la comisión se realizaron acciones como: quejas de oficio, medidas cautelares, recomendaciones y protocolos con la finalidad de proteger a las personas, así como la promoción de los derechos.

“Este año se promoverán todas estas acciones que hace la Comisión para prevenir que ocurran violaciones de derechos, para dar a conocer a las personas sus derechos a través de cursos de capacitación, la suscripción de convenios y opiniones legislativas”, enfatizó Rentería.

El Protocolo de Estambul

El 'Protocolo de Estambul' es un conjunto de pautas internacionales y un manual utilizado para la investigación y documentación de la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes. Su nombre proviene de la ciudad donde fue adoptado, Estambul, Turquía, en 1999, durante una conferencia organizada por la Asociación para la Prevención de la Tortura (APT) y el Instituto Danés para los Derechos Humanos.

Este protocolo proporciona directrices detalladas y específicas para médicos, psicólogos, abogados y otros profesionales involucrados en la investigación de casos de tortura o malos tratos. Su objetivo principal es establecer estándares uniformes para la evaluación médica y la documentación de las secuelas físicas y psicológicas de la tortura, con el fin de facilitar la recopilación de pruebas para los procesos legales y garantizar el tratamiento adecuado a las víctimas.

Entre las áreas clave que aborda el Protocolo de Estambul se incluyen la entrevista con la víctima, la evaluación médica, la documentación de hallazgos físicos y psicológicos, y las consideraciones éticas y de derechos humanos. El objetivo final es fortalecer la capacidad de los profesionales para identificar y documentar casos de tortura de manera efectiva, contribuyendo así a la lucha contra la impunidad y a la promoción de los derechos humanos. Este protocolo ha sido ampliamente adoptado y utilizado por organizaciones de derechos humanos, profesionales de la salud y juristas en todo el mundo.